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Miguel Hernández, mi maltratado y utilizado paisano.

Miguel Hernández, mi maltratado y utilizado paisano.

 

 

Hoy hace 100 años que en una madrugada en la calle de San Juan, justo cuando las campanas del monasterio anunciaban las 6 de la mañana, nació Miguel Hernández. El poeta del Pueblo, y cuando digo Pueblo lo digo con todas sus connotaciones. Porque Miguel era precisamente eso, una persona del pueblo. Un poeta imprescindible, irrepetible -en esta Orihuela de hoy tanto como en la de hace 100 años-, un poeta insustituible.

 

Pero además, casualidades de la vida, a Miguel le tocó vivir en una época muy difícil de nuestra Historia, seguramente la que más. Y fue entonces cuando demostró su categoría humana, su compromiso social y sobretodo su compromiso político. Y Miguel como no podía ser de otra manera, tomó partido, y se afilió al Partido. Al Partido Comunista de España, el PCE. Y en sus filas combatió contra el fascismo, por la causa más justa de todas, la Libertad.

 

Se pongan como se pongan los torticeros, manipuladores y arribistas que a día de hoy pretenden aprovecharse y utilizar la figura de Miguel, el poeta del pueblo no sería el mismo, no hubiera escrito lo mismo, no sería el que hoy algunos conocemos, sin esa militancia política. Y fue por esa integridad, esa coherencia, por su compromiso por lo que fue condenado a muerte, y a pesar de que la pena de muerte le fue conmutada, murió en las cárceles franquistas, en las cárceles de la represión.

 

Porque MIGUEL HERNÁNDEZ es único e indivisible. Y por mucho que les pese a aquellos que se llenan la boca hablando de Miguel, -los cuales me atrevo a decir que ni siquiera han leído no ya un libro, sino un poema suyo, y si lo han hecho no lo han entendido-, fue comunista y republicano. Y no, no estaba equivocado, ni fue un error de juventud. Fue un ejemplo de dignidad, de compromiso, de generosidad, de justicia, y de sencillez. Por eso, me atrevo a afirmar que Miguel, estaría en contra de este centenario. Un centenario de actos sesgados; un centenario organizado por aquellos que ven a Miguel tan solo como otra posibilidad más de llenar sus bolsillos y hacer negocio; un centenario donde se ha dado cabida a fascistas, a oportunistas, a vividores,.... un centenario donde no se ha contado con el pueblo.

 

El verdadero homenaje que se le puede hacer a un poeta como Miguel Hernández es difundir su obra, darla a conocer. No podemos ni debemos permanecer callados, mientras se desvirtúa la figura de Miguel, mientras lo utilizan. A la vez que es ignorado por los planes de estudio, a la vez que apenas se estudia de pasada en las aulas de secundaria. No podemos permitir que su figura, su obra, su memoria, sus ideas y su ejemplo se pierdan. Que “su rayo no cese” será el verdadero homenaje que le podemos hacer a Miguel, porque de esa manera seguirá vivo, de esa manera seguirá siendo Viento del Pueblo.

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