Europa se carga de un plumazo 150 años de lucha obrera
Se veía venir, no es cosa de un día para otro. Primero fueron 48 horas semanales y hace más de tres años se empezó a discutir con la oposición tan sólo de 4 países, Francia, Italia, España y Chipre. Pero la situación ha cambiado, en Francia sufren a día de hoy a Sarkozy, Italia ha visto como regresa Berlusconi, y en España los PPSOE han arrinconado a la izquierda, aunque sigue teniendo presente nuestro estatuto de los trabajadores. Chipre gobernado por el Partido Comunista es el único que resiste. En resumen, vía libre.
Vía libre para que el Consejo de Ministros de la Unión Europea apruebe una directiva que permitirá aumentar la jornada semanal de trabajo hasta las 65 horas. Pero no sólo eso, además los trabajadores contratados por las ETTs verán recortados sus derechos laborales.
Sí, tienen razón, nuestro estatuto de los trabajadores fija una jornada de 40 horas semanales como máximo. Pero sepan ustedes que desde hace años se está aplicando de facto la llamada directiva Bolkestein. Y ésta permite la contratación de europeos en sus países de origen para trabajar en otros, aplicando los derechos laborales del país de origen del trabajador.
Con esta directiva, Europa no avanza en derechos, avanza en desigualdades. Y piensan bien cuando llegan a la conclusión de que las multinacionales a partir de ahora abrirán sus industrias en las países donde la jornada sea de 65 horas. Y siguen pensado bien cuando llegan a la conclusión de que presionarán al resto para que aumente la jornada laboral o amenazarán con la deslocalización.
Y en Europa somos los buenos y los democráticos. Aprobando sin consultar a los ciudadanos el Tratado de Lisboa (salvo que Irlanda lo evite), y aprobando directivas que permiten retener durante 18 meses a personas en situación irregular, o aumentar a 65 semanales la jornada laboral.
Desde Izquierda Unida seguiremos pidiendo primero que la jornada de 40 horas se cumpla, sin renunciar al horizonte de las 35 horas.
1 comentario
Fede -
Salut