El “mercao” de los martes

A los vecinos del Barrio “Senda del Poeta” se les ha agotado la paciencia, y lo entiendo. Desde que al equipo de gobierno se le ocurrió aplanar, compactar y más tarde asfaltar un bancal al que llamaron “Recinto ferial de Los Huertos”, estos oriolanos y oriolanas que pensaron habían comprado una vivienda en una zona tranquila de Orihuela, han sufrido en las cercanías de sus domicilios todo tipo de eventos: conciertos más o menos multitudinarios, sevillanas, mítines del PP, fiestas de carnaval,..... Y han protestado con más o menos razón. Pero la gota que colma el vaso de su paciencia, y vienen avisando desde hace tiempo es la actual ubicación, que en principio era provisional, del “mercao” semanal de los martes.

 

El problema no es baladí, ya que al margen de la ocupación -tan molesta para los vecinos- de sus calles, de los ruidos inevitables a primeras horas de la mañana cuando los mercaderes montan sus puestos, del tráfico insufrible, de la imposibilidad de que los servicios de emergencia actúen,.... nos encontramos en las cercanías de la actual ubicación del “mercao” con un centro de salud, tres colegios y un instituto, lo que agrava todavía más el problema.

 

Desgraciadamente no conozco ninguna ubicación mejor que la actual para el “mercao”, volver a “las monserratinas” es imposible por la nueva reordenación de calles y aceras. Pero lo que es cierto es que los vecinos tienen razón. En mi opinión el Equipo de Gobierno en general y el concejal delegado Manuel Cutillas en particular, una vez más no han actuado al nivel que este problema les exigía.

 

La salida al conflicto generado, es sencilla desde mi punto de vista, y parte ni más ni menos que del dialogo con los vecinos afectados, diálogo que debería estar a la orden del día en una administración tan cercana como es un Ayuntamiento pero que el PP rehuye cada vez que se encuentra con algún problema, sobretodo sin lo han generado ellos.

 

La solución vendría en mi opinión con la ampliación del recinto ferial y el traslado de todo el “mercao” a su interior, lo que liberaría las calles adyacentes cada martes de verse ocupadas por los puestos y que es ni más ni menos la reivindicación que los propios vecinos de la zona proponen desde hace tiempo. Y se les debería escuchar, sobretodo si tenemos en cuenta que la ubicación que en principio era provisional parece definitiva.