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PASABA POR AQUÍ

Una de dracmas (II)

Lo peor de la crisis griega es que no sé griego. En momentos como este es cuando recuerdo esa frase que un día escuché en la barra de un bar "en la vida es más importante saber boxear que saber idiomas" (esto es verídico), hay que ver la cantidad de ilustrados con los que convivimos.

En esas estamos, que no sé griego, y eso me lleva a enterarme en lo referente a la "crisis griega" de lo que los medios de por aquí quieren que nos enteremos, que es más bien poco. 

Ahora resulta que el referéndum era mentira, que era todo una artimaña, una amenaza para que el partido Nueva Democracia entrara en lo que han llamado un gobierno de cohesión. Hagamos un poco de memoria, el ND es el mismo partido que gobernó Grecia de 2007 a 2009 y maquilló las cuentas de las arcas públicas al estilo de lo que hicieron aquí los dirigentes de la CAM por poner un ejemplo cercano.

En fin, que en Grecia, el Sr. Papandreu (hijo, nieto y bisnieto de primer ministro) entiende la democracia como una amenaza con la que conseguir objetivos políticos. Ahora que las encuestas de intención de voto dan al PASOK entre 13'5% y 15'5% de los votos y a ND aproximadamente el 22%, es decir que entre los dos no llegarían a conseguir ni la mitad de los 300 representantes del Parlamento, es cuando deciden hacer un gobierno de cohesión, sin Papandreu.

Como es lógico, ni el KKE (Partido Comunista Griego) que cuenta con 21 diputados en la actual cámara, ni la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) que tiene 13 diputados participarán en el nuevo ejecutivo. 

Dicen que para el 18 de febrero se convocarán elecciones, y mi pregunta es: si las encuestas dan a la nueva coalición de gobierno menos del 40% de los votos, ¿cuánto subirán KKE y Syriza? La respuesta la tendremos en febrero, quedan casi cuatro meses en los que seguro que pasarán muchas cosas. 

Pero, ojalá tengamos la Revolución del Partenón, demostraría que los de abajo no siempre perdemos. Como decía en twitter @ElisaMouliaa una sorprendente seguidora de los ideales de Julio Anguita, es hora de "puñeteros puños en alto".

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