Por un puñado de dólares
“Tras veinticinco años de mayoría absoluta del PP en Orihuela, dominan el clientelismo y la corrupción. Bob, un exdiplomático británico con su acta de concejal recién estrenada, llega a una ciudad donde dos frentes se disputan el gobierno municipal, y entra al gobierno con el tripartito. Una noche, Bob es testigo del intercambio de 'oro' por voluntades entre políticos y empresarios de las basuras....“
El peliagudo asunto de los presupuestos del Ayuntamiento de Orihuela va para guión de película dirigida por Sergio Leone. Unos presupuestos, prometidos primero para antes de final de año, que se retrasaron a finales de enero, luego que no pasarían del 11 de abril,... López Bas va ya por la enésima propuesta, marcada por el plan de ajuste y la escasez de recursos, pero ni propios (Pedro Mancebo) ni extraños (Antonia Moreno) se ponen de acuerdo en las cuentas.
Al parecer los presupuestos, esos que iban a ser elaborados de manera participativa según prometieron, tienen dos escollos. El primero se trata del criterio a seguir a la hora de meter la tijera al gasto municipal en las diferentes áreas municipales, cultura, festividades y deportes se niegan a ser las más recortadas. El segundo y más difícil de salvar, el ganarse la voluntad del verdadero protagonista de esta historia. Porque no se equivoquen, si la presentación a pleno de los presupuestos municipales se está dilatando tanto tiempo es por la duda que el equipo de gobierno alberga respecto del voto de Houliston. El que juega el papel principal en esta historia.
Lo lamentable es que el alcalde haya entrado al juego del mercadeo en la batalla por hacerse con el voto de Houliston en el pleno de presupuestos. Entrado en un juego de podredumbre que infesta el Ayuntamiento desde hace décadas. Batalla perdida porque si mis ojos no me engañaron al ver la foto de la reunión del Tudemir, el voto del británico está decantado desde hace meses a favor de la banda de Lorente.
El final de toda esta historia no parece cercano, pero está claro que se cobrará más de un cadáver político. Una lástima que nos falte la banda sonora de Ennio Morricone.
1 comentario
antonio -
silbaba para como pasar desapercibido......un placer leerte