Callosa se rinde, ¿y Orihuela?

El pasado sábado podíamos leer en prensa que el alcalde de Callosa, Javier Pérez, renunciaba a seguir luchando por el cambio del trazado del AVE a su paso por Callosa. Un mes y medio después de la multitudinaria manifestación en defensa de la sierra celebrada en Callosa, y que él mismo apoyó, abandona a los movimientos ciudadanos. Posiblemente ha dejado de ver rentable su apoyo a dichas plataformas. Yo nunca creí que ese apoyo fuera sincero, más bien parecía una forma de agarrarse a la pancarta a última hora.

 

Lo cierto es que en Orihuela no estamos muy alejados del camino abierto por el alcalde callosino. Parece que la manifestación de Orihuela supuso el punto y final para el PP oriolano, en cuanto a reivindicaciones se refiere. Manifestación por cierto que fue un cachondeo, en la que no habían ni 4.000 personas de las 12.000 que dijeron. Y que finalmente, desde IU no apoyamos, por la exclusión que se hizo por parte del gobierno municipal de nuestro colectivo, y las malas formas a la hora de convocar. El PP intentó adueñarse de la marcha, y literalmente arrancó la pancarta de las manos a Orihuela sin Murallas.

 

Mientras Callosa y Orihuela van dejando enfriar todo lo relacionado con el AVE, e ignoran las reivindicaciones de los movimientos ciudadanos (la Sierra no se toca y Orihuela sin murallas), los mandamases de Murcia y Valencia, Camps y Valcárcel, se reúnen hoy en el Palacio de San Esteban para tratar el tema del agua y del AVE.

 

Dos temas que parecen dar mucha cuerda a los caudillos peperiles. En otra reunión como esta, fue donde se decidió que el AVE atravesara la Vega de la forma que lo hará, cuando la opción más lógica hubiera sido que el trayecto del AVE fuera paralelo a la autovía y efectuara su llegada a la zona norte de Murcia. Y más teniendo en cuenta que el tren no parará en Orihuela, ni en la comarca, como la alcaldesa del PP Mónica Lorente y la portavoz del PSOE Antonia Moreno nos quisieron vender a los oriolanos.

 

Esperemos las reacciones de unos y otros, pero que el cuento del AVE no tiene buen final es hecho cierto.